martes, 25 de noviembre de 2008

ELLA Y EL



Ella se había fijado en el. El solo tenia ojos para ella.
Habían coincidido durante unas semanas en la misma cafetería. Dos personas, hombre y mujer, sentados solos, cada uno en una mesa, aparentemente distraidos pero inevitablemente fijándose el uno en el otro. ¿Y que pueden hacer dos personas cuando en el silencio de su soledad se van enamorando?
Ella no se atrevía ha decirle nada y el no se atrevía a dar el primer paso.
Ella se moría de ganas de besarle y el no podía vivir sin ella.
Y así pasaban los días. Las semanas, y ninguno decía nada.
Una tarde de miércoles, ella le estaba mirando y el no la quitaba ojo.
Ella se levanto, armándose de valor, y el pensaba que ella iba al baño.
Ella le pregunto si tenia fuego, y el se alegro que se lo pidiera, ya que había visto como se guardaba el mechero en el bolsillo.
Se sentaron juntos por primera vez y hablaron. Y creedme si os digo que esa tarde en la cafetería no existía nadie mas que ellos.
En la calle podría haberse acabado el mundo y ni ella ni el se habrían dado cuenta.
Y la conversión derribo en besos, los besos en caricias y las caricias en la ansiada: ¿En tu casa o en la mía?

Y fueron a la casa de ella. Y los besos fueron apasionados. Y las caricias interminables.
Y la ropa se despego de sus cuerpos, y se acariciaron todo el cuerpo.
Y se tumbaron en la cama.
El la paso la lengua por todo el cuerpo mientras ella gemía de placer. El mordisqueaba sus pezones, ella le acariciaba el pelo. Seguía bajando su lengua por el ombligo y se detuvo en su entrepierna y entonces ella notaba que nada de lo que pasara a su alrededor la importara. Se centro en el, en el placer que la estaba dando.
Ella empezó a besarle y bajaba poco a poco su boca hacia otro sitio, y entonces el sentía lo que la había hecho sentir a ella antes.
Sus cuerpos se fundieron en un baile maravilloso, mientras sus cuerpos se iban llenando de pequeñas gotas de sudor.
Y así siguieron durante horas. Se abrazaron y se besaron. Se amaron y se separaron.
Se volvieron a amar muchas veces y todas fueron tan mágicas como la primera.
Tuvieron hijos, y sus hijos también los tuvieron.
Un amor tan puro como el suyo nunca se acabara y aunque ya se hayan marchado de este mundo, seguirán amándose por siempre.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Una hermosa historia de amor, Lili...!!

Una historia como la que bien pudimos o podremos tener cualquiera de nosotros en cualquier momento. Como sin dudas habrá muchísimas en todo el planeta. Pero singular como ninguna. Única.
Y vos, Lili... sos una romántica con todas las letras...!!!

Un beso grandote...!!!
Mariel

PD: Más tarde pondré mi primer mensaje "oficial"...

Lili dijo...

Historias de amor que nos rodean y nos aprisionan contra todos los lados.
Bellas historias de amor.
Necesitamos mas amor en el mundo.

El chache dijo...

Hola Mariel y Lili.
Me encanta esta historia. El amor es muy importante en nuestras vidas. Desde luego que si, y cuando encuentras a la persona amada es una sensacion maravillosa. Yo amo a mi mujer de una manera increible, y quiero pasar el resto de mi vida junto a ella, tal y como aparece en esta historia.
Me ha llegado muy dentro.
Genial.
Un gran saludo

Anónimo dijo...

Sin dudas, Lili... Has dado en la tecla. Todo, o casi todo, se reduce a eso... Parece tan sencillo, no? Y sin embargo...

El chache... BIENVENIDO...!!!!

Qué hermoso lo que contás. Ojalá todos tuviéramos la gran fortuna de vivir el amor como vos...

Un beso muy grande para los dos...
Mariel

Sandra dijo...

Que bonita historia de amor.
El amor es lo mas grande que te puede pasar en la vida,
Mil besos