
Creía ser mujer plena.
Pensaba que andar por la vida
recorriendo los caminos
que mis caprichos me marcaban
significaba ser plena,
suponía que era una mujer feliz
porque tenía la libertad absurda
de realizar mis caprichos.
Imaginaba que "querer" y "tener"
eran una sola cosa...
y era todo en la vida.
La vida es azar
cuando no tenemos claro
el rumbo, los objetivos.
Y el azar, bendito azar,
hizo que en mis divagues
pasara junto a tí, Amo.
del sinsentido,
aún contra mis deseos.
Me diste todo
al decidir que te siguiera.
Me obsequiaste
un nuevo comienzo,
la vida.
hiciste que dejara fuera
todos mis viejos vicios.
que mi camino al amor
no los podía elegir yo.
Me otorgaste el honor
de elegirme entre todas
para servirte
con devota humillación.
Orientaste mis energías
hacia tí,
hacia el placer
de ser tuya,
de ser uno más
de tus objetos preferidos
y que sabe aguardar
a que decidas
que puedo serte útil.