martes, 25 de noviembre de 2008

La materia del amor

Alguna vez quise explicarle a mi mujer que el amor no es un adoquín, o un pedazo de mármol. Es una materia maleable, adaptable, elástica e inestable. No es una sustancia rígida e impermeable y lo afecta tanto el buen tiempo como las tempestades.
Todo depende de nosotros mismos y de cómo nos adaptamos a las circunstancias (a las nuestras y a las del amor)
Ella me decía que no, que yo estaba loco y que no entendía nada. Que no la entendía a ella.
Sin embargo ella parece que en algún momento comprendió esto del amor cambiante e inestable y llegó un punto en que tuve sospechas muy concretas de que me estaba engañando con el marido de su mejor amiga. Ella lo negó siempre, incluso aquella tarde de octubre que los ví entrar a nuestra casa mientras se suponía que yo debía estar trabajando.
Mi estómago me había pasado la factura por los excesos en la cena anterior y pedí permiso para ir a casa.
 
Lo cierto es que cuando abrí la puerta de nuestro dormitorio y los ví desnudos en la cama, ella quedó sin argumentos, él sin respiración y yo sin ninguna otra excusa que me alargara el suplicio de seguir compartiendo la cama y la vida con mi ex.
Con tranquilidad le dije a ella que no se asustara, que no haría ninguna locura. Él trataba de taparse mientras infructuosamente buscaba de acertar su pie derecho en la pierna correspondiente de su pantalón. Lo miré y sólo le pedí que bajara al comedor que necesitábamos hablar.
Cerré la puerta y bajé a esperarlo.
Al rato estábamos frente a frente. Hablamos durante algo más de una hora y cuando mi ex daba muestras de nerviosismo e intenciones de bajar también, le pedí a él que fuéramos a un café a seguir nuestra conversación.
 
 El amor es una materia maleable, adaptable, elástica e inestable. No es una sustancia rígida e impermeable y lo
 afecta tanto el buen tiempo como las tempestades. Por eso es que hoy, cuando ya estoy divorciado de mi ex mujer, mi ex mujer se quedó sin su mejor amiga y
 su mejor amiga sin esposo... Él y yo supimos adaptarnos a los avatares del amor y podemos decir que, mientras sigan los buenos vientos, nos amamos con una amor que moldeamos día a día con palabras y con acciones... y noche a noche entre sábanas y besos.

3 comentarios:

Sandra dijo...

Mariel, me encanta esta historia. Es genial. Aunque suene repetitivo tengo que decir que es genial vuestro blog. Me encanta leeros.

Lili dijo...

Que buena historia me has enseñado.
Muy bueno Mariel

Anónimo dijo...

Y si... sin ninguna duda, hacen una hermosa pareja...!!! :)

Muchas gracias, chicas...!!!

Otro montoncito de besos...
Mariel