Sin un reclamo sin sentido
ni una lágrima traidora
el tiempo pasa en el silencio
para entender por qué te amo.
En la penumbra acogedora
de ésta celda inhóspita
de tus ásperos deseos,
no existe el miedo
ni siento el frío.
Tan sólo espero tenerte cerca
y de rodillas
rogarte amor...
Hazme tu hembra
del modo que quieras.
Haz que te pida,
que te ruegue en silencio
y que gima mi orgullo...
Hazme sentir
que no existe en el mundo
un amor como el tuyo,
que me guía
y me enseña
lo que debo sentir
y lo que puedo soñar;
que me obliga a implorar
que te sirvas de mí;
que me grites,
que me humilles,
y me dejes exhausta
rendida a tus pies.
4 comentarios:
Quizas esos ruegos en silencio son los que crean en nuestros ritos privados ese halo de misterio, deseo y amor que a todos nos gusta y apasiona: beso y gracias por tus versos.
Me encantan las cosas que pones por aqui.
Que poesia en tus palabras. Que maravillosas imagenes.
Un gran beso.
Mmmmm... creo que es así, querido Jeremías...
Muchas gracias a vos por tus palabras y tu presencia...
Un beso grandote...
Mariel
Lili... Muchas gracias, como siempre...
REalmente me alegra muchísimo que te guste lo que pongo e intento decir...
Pero vos siempre me sorprendés con cosas nuevas, hermosas e interesantes... Y la sorpresa es algo que no sé producir muy bien y vos lo hacés con mucho arte y me encanta...
Besitos a montones...!!!
Mariel
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