Es el tiempo universal
una insípida ilusión,
un error de los sentidos
que se expande y se lamenta
por las tumbas de las almas.
Caprichosamente eterno
hasta todos los confines
de la luz y la razón.
Pero el tiempo de mi amor
es la entrega de mi esencia,
un torbellino concentrado,
un remanso desmadrado.
Es un cielo de agua clara
y una brisa de susurros.
Es el amor que yo te entrego,
es la entrega que me ordenas.
En tus manos de maestro
no me duele ni me ahoga
la prisión de las amarras
ni el poder de tu mirada.
Te suplico no me dejes
sin el peso y sin la fuerza
de tu férrea omnipresencia,
sin la mano que me guía
para hacer tu voluntad.
3 comentarios:
Que bonito todo lo que escribes.
Me encanta.
Que bien que esta quedando esto.
Mil besos.
Que grande es todo lo que escribes Mariel.
Me encanta.
Mil besos
Genial. Simplemente genial.
Un 10 a este blog.
Saludos
Publicar un comentario