martes, 16 de diciembre de 2008

Una experiencia irrepetible

Llevábamos Sandra y yo hablando de ello unos cuantos días. No recuerdo como salio el tema, pero el caso es que a las dos nos pareció una idea muy excitante.
Así que nos decidimos. Íbamos a ir a un salón sadomasoquista a que nos sometieran a una sesión a las dos juntas.
Ayer buscamos en internet y dimos con unas cuantas opciones, después de llamar por teléfono, nos decidimos por un salón, que nos pareció muy serio, y no nos pusieron ningún problema a nuestras peticiones:
Queríamos a un ama que nos sometiera a las dos al mismo tiempo. La chica al otro lado del teléfono nos dijo que no había ningún problema, así que, muy excitadas, nos dirigimos hacia allí.

Llegamos al edificio donde se encontraba el salón sado. Llamamos al telefonillo y nos abrieron la puerta. Estábamos tan nerviosas que no nos dimos cuenta que el ascensor no funcionaba, así que estuvimos esperando allí unos cinco minutos a que llegara, y como no llego, pues subimos los tres pisos andando.
Llamamos a la puerta y nos abrió una chica, que llevaba una bata blanca. Nos invito a pasar.
-¿Que estáis buscando?
-Queremos una sesión sado las dos juntas, con un ama.
-Vale... esperad aquí.

Nos hizo esperar en una habitación, con una gran cama. Pasado menos de un minuto volvió y nos pidió que la siguiéramos.

Entramos en una habitación, llena de cadenas, una jaula, muchas cuerdas colgadas de la pared, fustas, látigo, mordazas, esposas, consoladores... una maravilla para nuestros ojos.
La chica nos dijo que iban a entrar las amas, una a una, y que nosotras eligiéramos.
Y así fue. Una a una fueron entrando amas en la habitación, que se nos presentaban y nos daban dos besos, una actitud cariñosa que luego desaparecería.
Cuando hubieron entrado todas, Sandra y yo nos decidimos por una, se lo dijimos a la joven que nos había recibido y esta se lo comunico a nuestra ama.

Entro, una joven morena, mas o menos de 1,70 de alto, con un cuerpo de escandalo.
Nos pidió que nos desnudáramos, y eso hicimos. Estábamos super excitadas.
Y entonces comienzo la sesión.
A mi me ato las manos a unas cadenas que colgaban del techo, conectadas a un mecanismo que, con un mando, podían subirse y bajarse a voluntad del ama.
Una vez atadas las manos, con una barra, me sujeto los pies, dejándolos uno bien separado del otro. Le dio al botón y las cadenas de las manos empezaron a elevarse, dejándome en puntillas. En semejante postura me dejo y empezó con Sandra.
La ato las manos a la espalda, la ato los pies, engancho sus manos a una cadena, sujeta a una polea, y la fue elevando poco a poco, mientras la parte superior de su cuerpo se iba agachando.

Estábamos las dos que no podíamos de la excoriación que teníamos encima. Nos mirábamos la una a la otra, comiéndonos con la mirada.
Nuestra ama cogió una fusta y empezó a golpear el culo de mi querida Sandra, mientras ella gemía de placer.
-Vas a chillar, esclava- le dijo nuestra ama, y siguió golpeándola.
Una vez se canso de castigarla vino hacia mi. Acaricio mi sexo dulcemente con su mano, mientras golpeaba mi desnudo cuerpo con la fusta.
Cogió unas pinzas, enganchadas entre si con una cadena y las puso en mis pezones. Que deliciosa sensación. Me dijo que sujetara la cadena con mi boca. La obedecí. Empezó a darme con la fusta en la parte interior de l,os muslos. Cuando se canso me ordeno que me quitara las pinzas tirando de la cadena con la boca. Y obedecí. Delicioso.
Siguió golpeándonos con la fusta a las dos. Nosotras estábamos disfrutando como unas locas.
Después de un buen rato de castigos, que fueros golpes de fusta, cera caliente sobre nuestros cuerpos y pinzas en los pezones, nos ato a dos camillas que tenia en el fondo de la habitación y nos masturbo a las dos al mismo tiempo, llevándonos a las dos casi al mismo tiempo al orgasmo.
Fue una experiencia maravillosa.
Después de desatarnos, charlamos un poquito con ella, ya todos fuera de nuestros roles de ama y sumisas.
Le contamos que eramos novias y que teníamos muchas ganas de tener una experiencia como esa.
Prometimos repetir y nos fuimos de allí, mas relajadas de lo que podríamos haber estado en nuestras vidas.

Le pedí permiso a Sandra para contar nuestra maravillosa experiencia, y tras decirme que si, aquí os la cuento a vosotros. Quedamos tan contentas con la experiencia, que decidimos poner aqui el telefono del sitio, para que, si algun amante del sado pasa por Madrid, o es de aqui, se pase. 915720124
Mil besos.

Las protagonistas de esta historia:

Sandra

Lidia.

6 comentarios:

Treixadura dijo...

Increíble. Precioso relato.... cada vez siento mas curiosidad por estos temas solo de leer vuestros relatos, creo que no nos cansaríamos nunca de leer vuestras historias.
Un besazo

dexter dijo...

Guau... menuda historia.
Excitante

El chache dijo...

Pues si que os lo pasais bien. Yo le propongo a mi novia algo parecido y me manda ha tomar por el culo.
Un saludete

Sandra dijo...

Bufff. Aun me tiemblan las piernas.
Mil besos

Anónimo dijo...

Chicasssss... NO SE DAN UNA IDEA DE CUÁNTO LAS ENVIDIO...!!!! :)
Pero las envidio "con buena onda", eh...!!! O es una "sana envidia", como suele decirse.

Qué hermosa experiencia...!!!
Y amorosas las dos por hacernos partícipes.

LAS FELICITO...!!!!

Aunque hay una parte de la historia que no me cierra...
Decís que la Ama era de no creer de lo hermosa que era... No te creo. No creo que haya chicas más bellas que ustedes...!!! :)

LAS QUIERO...!!!
Besotessssssss
Mariel

Anónimo dijo...

Me imagino sus sensaciones, estuve en una sesiòn parecida y los gemidos del otro hacen encender mas a uno, el placer del amo/a por hacernos sentir siervos/as nos lleva al climax en sí mismo, Excelente